DESCUBRIENDO EL IKIGAI
Hoy
llevo la vista atrás, unos pocos días atrás, y tomo conciencia de mi forma da
transitar por esta vida. Siempre con la queja de falta de tiempo para las cosas
que dan satisfacción, para esas cosas que dan ingresos positivos para el alma.
Con frecuencia me olvido de velar por mi propio equilibrio, de cuidarme y ser
autocompasiva.
Vivimos
a nivel mundial una situación realmente insólita y novedosa. Un estado que
cambia por horas, da la vuelta de 180º en apenas un día. Al mismo ritmo
vertiginoso se apodera el miedo de nuestra
mente, de nuestro cuerpo de nuestra casa, nuestra familia, nuestro barrio,
ciudad, país… Se apodera el miedo del mundo.
Desde el
minuto cero de esta cuarentena (y
será la única vez que mencionaré esta palabra) ha surgido un propósito en mí:
voy a aprovechar este retiro para un crecimiento personal y un compartir con
toda la gente que pueda. Hoy he descubierto que este es mi
Ikigai en estos momentos.
Pero
vamos por partes, sin prisa.
Lo
fundamental para mí estos días ha sido implantar una rutina, flexible por
supuesto, en la que pueda dedicar un tiempo a cada cosa: mantener mi casa en
orden y limpia, atender las necesidades de mi hijo y acompañarle de una forma
serena, ocuparme de mi manada (gatos, perro, peces, tortuga) al tiempo que les
agradezco su existencia, cocinar… sí, he vuelto a cocinar; preparar material
para subir a mi canal de YouTube (EdeEquilibrio By Pilar Aleixandre), Leer,
charlar con amigos, puzle de 200 piezas… etc. Si, curiosamente los días se me
hacen cortos.
Así he
creado el concepto de retiro consciente
que me ayuda a sacar lo mejor de esta situación. Y me voy nutriendo de todos
esos libros que la falta de tiempo dejó en las estanterías. Así puedo ir
perfilando mi estrategia de cuidado personal en este retiro consciente y en lo que
llegue después.
Os
comparto hoy unos consejos para vuestro cuidado personal:
- Una respiración consciente.
De esto algo sabemos los que
practicamos Pilates, yoga o mindfulness
El estrés y la tensión nos suelen llevar a realizar una respiración
superficial por lo que poco oxígeno llega a nuestro organismo. Por esta falta
de oxígeno se puede ver acrecentado nuestro agotamiento. Ahora que el elemento prisa ha desaparecido de nuestro mapa diario,
podemos empezar con una sana rutina de enfocar nuestra atención a la respiración.
Si eres persistente y te entrenas en el arte de respirar lo acabarás
convirtiendo en un hábito. En mi canal de YouTube encontrarás prácticas de
respiración para ir aprendiendo. Es interesante que te acostumbres a respirar
con serenidad y de manera profunda. Crea espacios para respirar. Cuando esto ya
sea un hábito podrás desconectar de cualquier situación, por compleja que sea, y
entrar en ese espacio para respirar. Verás como tu mente se calma y tus
pensamientos se clarifican.
- Aliméntate de manera
saludable.
Llevar una alimentación equilibrada es otra herramienta fundamental para tu
cuidado personal. Es interesante realizar las comidas dentro de unos horarios y
comer estando presentes, con la mente plena. De esto hablamos en los cursos que
imparto de Mindfulness, de descubrir el verdadero sabor, textura, olor, incluso
como suena una pasa. Dedicar un tiempo en el que realices la tarea de comer con
mente plena, sin noticias, sin móvil, sin interferencias, tan solo comiendo y
saboreando. Descubre los alimentos que realmente necesitas, escucha a tu
cuerpo. Si permaneces atento en este proceso verás como la sensación de
saciedad llega al cerebro en su justo momento y empezaras a comer menos cantidad. Comerás justo lo que
necesitas.
Las pautas que te voy enumerando favorecen de forma directa tu resiliencia. Cuando existe un equilibrio
entre cuerpo y mente los problemas nos resultan menos dramático.
(La resiliencia es la
capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones
adversas.)
Es
tremendamente positivo estar en contacto con otras personas. Siempre sacamos
enseñanzas de la relación con el otro, acrecienta nuestro sentido del humor,
nos aporta otros puntos de vista sobre los eventos que nos rodean, hace que
nuestro interés por lo que nos rodea aumente. En pocas palabras, la relación
con el otro nos enriquece. Es necesario sentir que la relación con el otro es
estable y somos un apoyo mutuo en caso de necesitarnos. En estos momentos en
los que no tenemos permitido el contacto, ni la proximidad, apuesto por volver
a aquellas maravillosas conversaciones telefónicas interminables. Llama a los
que AMAS y comparte con ellos.
Mi objetivo es en estos
momentos es consolidar el sentido de mi vida. Recordar que mi vida tiene un
sentido y hacer de mi misión vivir con responsabilidad hacia esto. Soy
consciente de que este objetivo se va a desdibujar en momentos de crisis pero
sé que volveré a él pese a las circunstancias y los golpes del destino.
Te propongo que te dejes guiar en el camino de esta
enseñanza, te iré mostrando la forma de
encontrar tu Ikigai, la manera de
vivir en equilibrio.
“Si hay algo que puede
ayudar al ser humano a superar las dificultades, es el profundo convencimiento
de que en algún momento su existencia cobrará un sentido que le brindará la
plenitud”
Viktor Frankl
Gracias por estar ahí
Sat Nam